El Club del 1% es un término que hace referencia a ese pequeño porcentaje de la población mundial que acumula el 99% de los recursos materiales del planeta.
¿Te cuento algo?
Yo formo parte de ese pequeño grupo de personas que acumula ¡casi el total de la riqueza del mundo!
Pero no te lo cuento para que digas “Daniela que chingona es” (que si lo soy), sino porque quiero compartirte que si tú lo eliges, ¡CLARO que es posible!
Antes de ser millonaria yo juntaba moneditas para pagar la cuenta del supermercado, así que si yo pude todos podemos.
Y hoy te voy a compartir mi secreto, lo que yo hice para pasar de contar moneditas a ser parte del Club del 1%, ¿estás preparado?
Hice un GRAN cambio de consciencia: de perspectiva de limitación y escasez a una de posibilidades y expansión.
Esto fue posible porque estuve dispuesta a invertir en mi. Y no hablo solo de dinero. De hecho la inversión financiera es la más fácil de hacer, así que muchos creen que el hack está en pagar por una clase o taller y pues lamento decirte que no es así.
Si tú quieres pasar “De mendigo a millonario” (suena a título de película ochentera, verdad?) se requiere que inviertas otros de tus muy valiosos recursos: tu tiempo, tu energía y tu disposición al cambio. Y esos no te cuestan financieramente, así que si no los estás invirtiendo en ti, quizá te gustaría preguntarte si realmente estás dispuesto a pagar el precio no económico de vivir una vida grandiosa.
Y como yo se que parte de mi inversión en mi tiene que ver con contribuir a crear un futuro más grandioso para el planeta y los que habitan en él, elegí crear mi propio Club del 1% y hoy te quiero invitar a formar parte de él.
Mi Club no es solo acerca del dinero (aunque por supuesto lo incluye)
Mi Club del 1% es acerca de la prosperidad, de la relajación, del bienestar y de la consciencia.
Es acerca de crear una vida sustentable, que te permita usar tus recursos actuales sin comprometer los de tu yo del futuro y me refiero a cuerpo, dinero, energía, salud, etcétera, incrementando tu capital personal al tiempo que vives una vida que realmente disfrutes vivir.
Todos conocemos historias de personas que han sacrificado su vida personal, su salud, sus familias, su bienestar, a cambio de dinero.
Si tú crees que esa es la única forma y estás siguiendo ese camino, por favor detente, ¡hay otras posibilidades!
Si tú crees que esa es la única forma y ya renunciaste al dinero porque prefieres tu bienestar personal, por favor, no renuncies: puedes tenerlo todo.
¿Y SABES QUÉ ES LO MÁS IRÓNICO?
Que si elegiste el camino de sacrificar tu vida a cambio de dinero, te apuesto a que no tienes ni bienestar ni millones. Y te apuesto el doble a que si elegiste el camino de renunciar al dinero en aras de un bienestar personal, no tienes ni lo uno ni lo otro.
¿Y por qué estoy tan segura?
Porque yo ya recorrí ambos caminos y ninguno me funcionó para crear una vida verdaderamente disfrutable de ser vivida.
Mi vida se transformó en una fuente de prosperidad y posibilidades cuando dejé de renunciar y empecé a elegirme a mi y no se tú, pero, ¡yo lo quiero TODO!
Quiero bienestar fisico y emocional.
Quiero disfrutar mi cuerpo y jugar con él a hacer cosas grandiosas.
Quiero relaciones nutritivas con mi familia y amigos.
Quiero disfrutar de un amor bonito y en comunión con mi pareja.
Quiero vivir en un ambiente de armonía y belleza.
Quiero rodearme de seres deliciosos y nutritivos.
Quiero crear un futuro más grandioso para mi, para el planeta y para los que habitan en él.
Quiero un montón de dinero.
¿Y sabes? Pasé de desearlo a materializarlo y hoy ¡LO TENGO TODO!